Hoy, doce de agosto, un año más de alegría, de energía, un año más de celebrar a la juventud. Hoy festejamos el Día Internacional de la Juventud, un momento para reflexionar sobre la importancia de ser joven y lo útil que podemos ser en nuestras comunidades.
En lo personal, todos los días es el Día de la Juventud, pero solo los doce de agosto de cada año la celebramos en grande, con colores, con mucha energía y alegría.
La juventud es la etapa donde debemos de planificar nuestro futuro, crear nuestro plan de vida, sabiendo cuáles son nuestros sueños, metas y aspiraciones; es la etapa de sembrar buenas semillas para cosechar buenos frutos que nos alimentará durante toda nuestras vidas.
Como personas jóvenes, nuestro mayor objetivo en la vida debe ser erradicar la pobreza, la violencia, el consumo ilícito de drogas y alcohol, así como fortalecer nuestras capacidades, trabajando siempre en pro del desarrollo social y personal.
Somos el presente y el futuro, las acciones que ejerzamos hoy tendrá su consecuencia mañana. Aseguremos que sean buenas, acciones positivas que nos traerán mucha alegría, positivismo y progreso el día de mañana.
Seamos personas humanistas, dispuestos de ayudar al prójimo, dándoles nuestras manos solidarias. Combatamos el racismo, la discriminación, la violencia, construyamos una generación de cambios positivos, una generación de desarrollo, de unidad, con deseos de superación, con amor a la madre tierra, a nuestra identidad y cultura.
Que el doce de agosto sea para recordarnos siempre que somos útiles, que somos la semilla que algún día crecerá. Trabajemos siempre en unión para el bien de todas y todos.
¡Feliz Día de la Juventud!