Ya casi se nos acaba el 2020, pero nos deja mucho que hablar. Un año de desafíos e incertidumbres que nos forzó a reinventar nuestra rutina e innovar nuestro día a día.
Hemos enfrentado durante este año dolor, perdida, asombro y eventos impredecibles que marcaron nuestras vidas, especialmente de aquellos quienes vivieron lo tétrico en primera persona.
A pesar de lo gris, en este 2020 pudimos reencontrarnos con el valor de la familia, de gozar el presente, de amar, de apreciar cada vez más nuestra existencia; nos legó aprendizajes y reflexiones para el resto de nuestras vidas.
Cada giro que da la tierra alrededor del sol nos permite escribir un nuevo capítulo, de descubrir, aprender, de reencontrarnos, amar y construir, porque cada día es una nueva oportunidad para seguir adelante y poner en marcha nuestros proyectos de vida.
Nos queda poco de este año, celebremos lo que resta de ello en familia y con nuestros seres más cercanos. Despidamos el año viejo con gratitud y recibamos el año nuevo con la esperanza de un nuevo amanecer.
Deseo con toda sinceridad, que gocen de estas fiestas de la natividad con buena salud, y que a pesar de los días inciertos o tristes por lo que muchos han o están atravesando, puedan reencontrarse y recibir el año nuevo con firmeza, con anhelos de abundancia, amor y paz. ¡Felices fiestas!
Corn Island, república de Nicaragua, Centroamérica. 24 de diciembre, 2020
Cordialmente,
Shayron Tower