Dios conoce el destino de todos los hombres y ha dado al ser humano la capacidad de presagiar hechos o sucesos que puedan ocurrir conforme a...

Seguir un buen consejo


Dios conoce el destino de todos los hombres y ha dado al ser humano la capacidad de presagiar hechos o sucesos que puedan ocurrir conforme al análisis de una determinada situación, tanto de la naturaleza como con otras personas. El ser humano, un ser casi perfecto, vive y aprende de sus errores, aunque muchas veces evitan errar, pero gracias a esto viene los aprendizajes y los consejos de otros, quienes quizás también había aprendido una lección de un error.

Muchas veces negamos consejos y enmiendas que nos brindan otras personas, creyendo que todo es a como creemos. A veces se necesita de otro ojo para poder vernos y boca para poder corregirnos, para mejorarnos como persona; muchas veces desperdiciamos aprendizajes de otras personas por el simple hecho de no querer admitir o ver las cosas a como son. Hay quienes poco a poco pierden el interés en darnos consejos por el hecho de que les ignoramos, no hacemos caso a las sabias palabras que nos pueden ofrecer otros para hacer las cosas bien y no a cómo queremos o pensamos que es.

Solemos ser seres indoctos, a veces quienes no quieren ver la realidad de las cosas. Muchas personas han tenido a un buen acompañante con buenas enseñanzas y prefirieron ignorar sus preceptos y hoy en día se arrepienten sin tristeza de sus errores.

No inventemos excusas, no justifiquemos, no siempre tenemos la razón sobre nosotros mismo, a veces se necesita de otro para que podamos entender lo que estamos haciendo y a donde nos dirigimos, porque solemos ser muy ciegos a veces en cuanto a nuestra vida y nuestros deseos.

Es bueno aprender de los errores, pero mucho más es aprender de las que otros han cometido delante de nosotros, la vida nos da ejemplos positivos y negativos, hay que aprender a identificarlas, escuchemos y ejerzamos ese consejo sano que nos brindan nuestros familiares, profesores, amigos, vecinos, te sorprenderías de cuantos problemas y complicaciones te salvarías, porque no siempre tenemos la razón.