¡Ya son 20! Hace dos décadas nací en el momento, lugar y con la familia indicada, hace 20 años nací con diversos propósitos, y cada día voy...

20 años Shayron Tower


¡Ya son 20! Hace dos décadas nací en el momento, lugar y con la familia indicada, hace 20 años nací con diversos propósitos, y cada día voy cumpliéndolas y descubriendo cuáles son las otras.

Estoy eternamente agradecido con el creador por permitirme vivir otro año más de vida, a mis padres por haberme dado el don de la vida y a todo aquel pariente, conocido o amistad que estén cerca o lejos que siempre me desean lo mejor, ¡ustedes son los mejores!

Han sido 20 años de retos, de pruebas, errores, momentos desagradables, tristezas; pero también de felicidad, triunfos, satisfacción y de lecciones aprendidas. Creo que de eso se trata la vida, de seguir avanzando y escalando hacia arriba, mejorando nuestras faltas y esforzarse para superar a nosotros mismo, porque son de los errores y los peores momentos cuando uno aprende más.

Durante estos últimos años me ha tocado vivir los mejores días, pero también “batallar” en otras ocasiones, a ser fuerte aun cuando el corazón ha estado débil, liderar con problemas graves de salud, así también como ir acostumbrándome a lo inesperado pero necesario.

Aprendí y sigo aprendiendo. Conocí a personas quienes han dejado una huella en mi vida, sea por bien o mal, pero de esas experiencias también he aprendido. Muchos han ido, otros han venido y muchos han estado siempre, y se le agradece a todos por iguales, porque cada uno me han traído una sonrisa en su debido momento.

No hay suficientes palabras para describir estos 20 años, ni lo tan agradecido que estoy con todo. Solo me resta agradecer a todos quienes de una manera u otra han buscado la manera de felicitarme, de desearme lo mejor y recordarme el valor que tiene mi presencia en sus vidas.

Esto apenas es el inicio, me falta mucho por recorrer y hacer. Si el creador me presta más años, seguiré haciendo lo que más me gusta, seguiré dando mi aporte a lo que es necesario y por su puesto ir creciendo por y para el bien.

"Lo demás, hay que vivirlo para contarlo". ¡Abrazos!